Al contemplar en vivo y en directo el desplome de los emblemas del capitalismo, representado: por las Torres Gemelas, el Pentágono y el Departamento de Estado, el mundo entero se enteró que existe la amenaza de una organización terrorista muy poderosa la cual actúa en coordinación con grupos al margen de la ley de muchos países con los que ha intercambiado instrucción, entrenamiento, estrategias y tácticas con el objetivo de sembrar el caos en todo el Universo. Estados Unidos, como era de esperar, decretó la emergencia nacional, dispuso la movilización y declaró la guerra a ese enemigo sin rostro que ha sometido al mundo a la destrucción.
Para afrontar con éxito esta guerra es necesario: Hacer modificaciones e integración de los sistemas de inteligencia, efectuar cambios en los organismos de seguridad, suscribir tratados internacionales para afrontar la amenaza, cambiar las estrategias que han venido afectando a los países en desarrollo, controlar el tráfico de armas, controlar la economía subterránea y hacer acercamiento con países neutrales.
La inteligencia actual de todos los países depende demasiado de mecanismos técnicos que sólo permiten conocer, en muchas oportunidades, la localización de grupos, mas no facilitan saber cuales son sus propósitos y objetivos. Para aumentar la efectividad del sistema, se requiere intercambiar la información antiterrorista e impone la integración de todos los mecanismos disponibles en cada Estado el cual debe suministrar la información a las agencias internacionales. Se impone la necesidad de hacer inteligencia infiltrando o penetrando los grupos terroristas para conocer con anticipación las intenciones y prevenir los ataques.
Los diferentes organismos internacionales existentes en el mundo requieren una vertiginosa reestructuración de acuerdo a la situación actual, establecer un nuevo orden y modificar sistemas de seguridad de conformidad a los nuevos retos y amenazas. Las organizaciones actuales como la ONU, OEA, OTAN fueron importantes para la guerra fría pero para esta “guerra caliente“ impuesta por el terrorismo están desactualizadas y son de poca efectividad.
Se deben hacer de inmediato acuerdos y tratados internacionales que permitan la lucha efectiva del mundo libre contra todas las organizaciones del terrorismo y contra las organizaciones de la economía subterránea que en muchas oportunidades las alimentan y sostienen. La estrategia nacional de los Estados Unidos, utilizada para combatir el narcotráfico satanizando a los países productores sin pretender dar la lucha desde adentro contra las mafias que manejan el 80% de los dineros del negocio de la droga, ha creado grandes resentimientos en la población que por intimidación de los grupos armados dirigidos por narcotraficantes o por la pobreza se ha visto obligada al cultivo de sicotrópicos para poder vivir. Esta tiene que ser valorada porque los grupos armados de los países productores de la droga han despertado el nacionalismo por el desarrollo de la guerra justificando por esta política sus acciones de terror. El control de las armas ligeras y de los precursores de narcóticos que no ha merecido importancia en la Organización de las Naciones Unidas, ahora debe ser una prioridad a fin de limitar la producción y el comercio libre en el mundo.
La estrategia trazada por los Estados Unidos, después del desplome de los países del campo socialista y de la propia Unión Soviética, de disminuir las Fuerzas Armadas en los países en desarrollo para impedir su intromisión en la defensa de los intereses vitales de la nación, en la política de seguridad y evitar el levantamiento de fuerzas político-militares contra gobiernos impopulares carentes de legitimidad debe ser reevaluada ya que permitió el desmantelamiento de estas y facilitó el crecimiento acelerado de las organizaciones subversivas y terroristas amparadas en procesos de paz aparentes.
Las políticas de apertura económica, privatización y globalización de la economía impuesta en la teoría neoliberal deben ser analizadas porque estas han permitido el total empobrecimiento de la gente, el desmantelamiento de las instituciones que prestaban servicios a la comunidad, el aniquilamiento de la industria y del sector agropecuario, el incremento del desempleo y por lo tanto, han generado inconformidad contra los Estados Unidos y facilitado el crecimiento de grupos armados de todo orden.
Se requiere de inmediato un acercamiento con todos los países que aparentan ser neutrales porque en esta “guerra caliente”, no se pueden aceptar posiciones ambiguas; para esto se requiere un gran despliegue en la diplomacia internacional con apoyo de los medios masivos de comunicación. La internacionalización del terrorismo y la aparición de nuevos conceptos como la interdependencia, el interés colectivo, y la seguridad colectiva tendrá necesariamente que modificar muchos conceptos clásicos relacionados con la seguridad de los países y obligará a la creación de cortes internacionales con capacidad para juzgar a delincuentes que ejecuten actos de lesa humanidad y que atenten contra la seguridad y la paz mundial.
Septiembre 19 de 2001
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