domingo, 20 de diciembre de 2009

FUERZAS ARMADAS E INSEGURIDAD

Todos los días enemigos del orden y la libertad atacan a las Fuerzas Armadas desde todas las direcciones para menoscabar su prestigio por que conocen bien que es la única institución que ha permanecido fiel al juramento de “Defender la patria hasta perder la vida su fuere necesario”.

Los enemigos antimilitaristas, que jamás cumplieron con la obligación de servir bajo banderas, enquistados en diferentes instituciones y entidades del Gobierno utilizan los medios de comunicación con fines politiqueros o pantalleros para hacer ver al país que todas las Fuerzas Armadas son responsables de la violación de los derechos humanos o de corrupción, sin querer aceptar que por lo menos el 99 por ciento de sus integrantes son hombres de honor y honestos que a diario sacrifican sus vidas en el altar de la patria.

Los bandoleros, hoy llamados narcoguerrilleros, atacan durante la noche a mansalva y sobre seguros a pequeñas poblaciones donde hay unos pocos agentes de la policía que como reza el artículo 218 de la Constitución. “Son de naturaleza civil y tienen como finalidad el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas”.

El narcotráfico y lavadores de dinero incrustados en casi toda la sociedad, utilizando su gran capacidad económica, esgrimen el arma peligrosa y poderosa del dinero para infiltrarlas o comprar a algunos hombres desleales contaminados normalmente por la sociedad corrupta en que han vivido antes de ingresar a las Fuerzas Armadas.

La delincuencia común, manipulada o nacida como una consecuencia de la pérdida de valores morales y de la propensión de la violencia, aprovecha la insolidaridad y la falta de participación de la comunidad para atacar a civiles, agentes o soldados indefensos; para sembrar el terror en la población y para conseguir que la impunidad haga carrera.

A pesar de que todos los colombianos conocen el esfuerzo por mantener el orden y conseguir la paz, se quiere hacer responsable a las Fuerzas Armadas de la situación de inseguridad, sin darse cuenta de que esta es una responsabilidad de todos.

Es una responsabilidad de la sociedad que ha perdido valores morales y que se acostumbró a convivir con los fenómenos de la inmoralidad y que no da la información oportuna a la fuerza pública ni adopta las medidas preventivas para contrarrestar los riesgos delincuenciales y naturales.

Es una responsabilidad de todas las autoridades que no cumplen con el mandato constitucional que establece: “Están constituidas para proteger a todas las personas en su vida, bienes y honra”; esto quiere decir que son las responsables de la seguridad pública.

Es una responsabilidad de los partidos políticos que durante varias décadas sembraron odio entre los colombianos y han permanecido en el atraso político basado en procedimientos clientelistas para mantener en el poder a la misma clase dirigente bajo un sistema de representación aparente, con un sufragio hipotecado en el cual los elegidos permanecen de espaldas a las necesidades del elector.

Es una responsabilidad del gobierno, que como administrador supremo, desde hace varias décadas no ha dado la importancia que se requiere fijando objetivos de seguridad nacional, adecuando la estructura de seguridad y coordinando un plan integral de seguridad y desarrollo en el cual participen todos los elementos del Estado a fin de eliminar las causas de conflicto y cumplir con el mandato constitucional de “Fortalecer la unidad de la nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz dentro de un marco jurídico, demográfico y participativo que garantice un orden político, económico y social justo”.

Es una responsabilidad de algunos sacerdotes que cambiaron su misión de llevar a todos los rincones la doctrina del amor, la convivencia y el perdón, por la dialéctica del odio y la lucha de clases.

Es una responsabilidad de algunos medios de comunicación, que hacen propaganda a los enemigos del orden no informando la verdad, con sentido de servilismo a intereses políticos y personales.

.Es una responsabilidad de la empresa privada que conociendo su situación no adopta las medidas necesarias para prevenir los riesgos personales, industriales y delincuenciales

Según la Constitución Nacional, las Fuerzas Militares “tienen como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia nacional, la integridad territorial y el orden constitucional”. Esto quiere decir que deben ejecutar acciones de defensa o sea utilizar jurídicamente la fuerza, la violencia para asegurar la supervivencia del Estado y de sus instituciones. Esta misión se ha venido cumpliendo en forma solidaria por todos sus integrantes con el único deseo de ver una Colombia grande respetada y libre.


* El Tiempo Febrero de 1995.
* Revista Acore.,

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