domingo, 27 de febrero de 2011

DESCERTIFICACION Y SEGURIDAD*

Por Héctor José Corredor Cuervo


La descertificación de los Estados Unidos a nuestro país por segunda vez, constituye un hecho que si debe trasnochar a todo buen colombiano, se trata de un acto en el cual la primera potencia le dijo al mundo que en América existe un país en el que la corrupción está incrustada en los más altos niveles de la política y del gobierno y que las actividades, de las autoridades, no han demostrado con hechos contundentes (extradición, imposición de penas significativas, extinción real de bienes, etc.) voluntad para combatir en forma oportuna el flagelo más grande que azota el mundo y que lesiona gran parte de la humanidad.

Esta situación es muy delicada y aunque no tenga sanciones económicas declaradas si traerá graves consecuencias relacionadas con la seguridad y la economía nacional pues se aumentarán los conflictos y se dificultará aún más el cumplimiento de la misión de las escasas fuerzas del orden que consiste en: "Garantizar la convivencia pacífica, la unidad nacional, el orden constitucional, la independencia, el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos; la defensa de la soberanía, la integridad del territorio nacional y la protección de la vida, honra y bienes de todas las personas residentes en Colombia".

A continuación se relacionan algunas consideraciones de importancia que si se presentan afectarán la seguridad de todos los Colombianos:

1. La sociedad como organismo viviente y dinámico, movida por intereses internos y externos, podrá generar divisiones que se reflejarán en acciones de inconformidad o de apoyo al gobierno y obligará a la Fuerza Pública a emplear sus efectivos en diferentes frentes con la posibilidad de que ésta no tenga la suficiente capacidad para apagar todos los incendios que se pueden presentar en el período pre-electoral ni para contrarrestar al mismo tiempo las grandes amenazas internas del narcotráfico y la subversión.

2. El hecho de desconocer un tratado internacional como el de la extradición y la devolución de bienes a los cabecillas del narcotráfico, aunque sea legal, no será entendido por la comunidad internacional y podrá despertar muchos intereses que ponen en juego la legitimidad de nuestros tratados sobre límites afectando nuestra soberanía y nuestra integridad territorial.

3. Las estrategias externas e internas utilizadas para disminuir la capacidad de la Fuerza Pública se podrán enfocar, como el año anterior, a disminuir sus recursos y a buscar recortes presupuestales significativos para impedir el aumento del pie de fuerza, la efectividad de las operaciones y la satisfacción de las necesidades básicas de sus integrantes y sus reservas.

4. La subversión; extendida en todo el territorio, tiene la capacidad de aprovechar esta situación para continuar con la gran ofensiva política y militar nacional e internacional para demostrar su supuesta legitimidad de lucha, para combatir el sistema y modificar estructuras corruptas lo cual implicaría una acción política que no pueden desarrollar las Fuerzas Armadas por Constitución y quienes tienen que hacerlo carecen de credibilidad o no la van a hacer por cobardía o por carencia de liderazgo.

5. Despertar el nacionalismo o pretender hacer alianzas con los principales países productores y distribuidores de drogas en contra del polémico proceso de la descertificación será posiblemente una acción inmediata de quienes se sienten afectados directamente, lo cual, generará conflictos con naciones y personas que mantienen relaciones con el Imperio del Norte; esta situación nos puede dejar sin aliados y podría radicalizar el problema.

6. La delincuencia común puede aumentar su accionar, por la carencia de capacidad para contrarrestarla, por estar las fuerzas del orden empeñadas en prioridades impuestas por los Estados Unidos y por la falta de efectividad del sistema judicial y de prisiones que han llevado al país a una situación de impunidad vergonzante.

7. La corrupción política podrá continuar haciendo grandes erogaciones para pagar apoyos y hacer gastos innecesarios como los de la preclusión o los de la certificación los cuales irán en detrimento del presupuesto nacional requerido para la solución de necesidades de la comunidad dando origen a movilizaciones campesinas, protestas de trabajadores, paros escalonados contra el régimen o conflictos regionales que afectan la seguridad.

8. Las campañas de violación de los derechos humanos se podrán incrementar para debilitar aún más la gobernabilidad, señalando a las Fuerzas Armadas que respaldan al régimen, como las principales responsables, las cuales tendrán que distraer tiempo para responder a los ataques en los estrados judiciales y organismos internacionales.

9. El narcotráfico podrá aumentar su actividad por la rentabilidad que va a ofrecer el negocio, los precios se aumentaran en forma significativa por la represión, se crearan grupos de seguridad privada y la unión con la guerrilla será cada día mayor. Los grandes ganadores de ésta situación serán las organizaciones nacionales e internacionales del narcotráfico.

El dolor de todos los colombianos es muy grande pero hay que ahogarlo dentro de un espíritu de tolerancia. Quiera Dios que quienes actúan como dirigentes tengan la capacidad y la inteligencia de conocer el alcance y la gravedad de la situación y no le sigan echando combustible de alta peligrosidad a la hoguera de la patria que pone en peligro nuestra estabilidad nacional. "Sería una utopía pensar en hacerle una guerra a los Estados Unidos, pues utópico también sería pensar que haríamos con tantos gringos si la ganáramos".


* Boletín Aprovisor, Marzo de 1996

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