domingo, 27 de febrero de 2011

LOS MEDIOS Y LA PAZ*


Por Héctor José Corredor Cuervo

Es sorprendente como algunos medios de comunicación han dejado de ser simples informadores de hechos violentos y han asumido con responsabilidad su papel de comunicadores de masas en la búsqueda de la paz para lograr la concientización de todos los colombianos de la responsabilidad que asumieron como constructores de convivencia y justicia social, rechazando toda acción violenta y exigiendo a todos los actores de la guerra que cese el fuego y finalicen con las prácticas de la violación de los derechos humanos, el secuestro, la desaparición forzada, el desplazamiento y la masacre. Algunos han venido cumpliendo su función de orientar a los diferentes grupos sociales sus propias acciones cuando se detectan amenazas o peligros inminentes (avalanchas, inundaciones, terremotos, huracanes, epidemias), para que la población pueda movilizarse y ahuyente los peligros.

Infortunadamente, para Colombia, no se ha actuado de la misma manera para prevenir y contrarrestar la violencia; muchos medios aun no han asumido esta responsabilidad; continúan desorientando la opinión, favoreciendo a personas corruptas que carecen de liderazgo y de capacidad para sacar al país de la encrucijada en que se encuentra desde hace muchos años.

En situaciones de complejidad como las que vive en país en lo político, en lo económico, en lo social; donde los contrastes entre clases sociales son cada vez más marcados, donde el volumen de la migración de campesinos es cada vez mayor; donde las ciudades crecen estrepitosamente sin servicios, donde la población se aumenta en cortos períodos, donde la corrupción ha alcanzado niveles incontrolables, donde la ambición de enriquecimiento fácil penetró en la sociedad, donde el clientelismo destruyó todas las instituciones del Estado, donde el trabajador perdió el objetivo final de su trabajo, donde la politiquería le gano a la política de luchar por el bien común y el desarrollo, donde el avance científico y tecnológico a determinados niveles, junto con el hombre, destruye los recursos naturales, donde la violencia se enseñorea en los campos y ciudades, todos los medios de comunicación de masas sin excepción deben afrontar el peligro y constituirse en la vanguardia moral y social para reformar las normas y para cambiar las costumbres y actitudes que permitan la reconstrucción de Colombia y el logro de la paz. "Solo se podrá conseguir la paz y el desarrollo cuando todos los medios masivos (radio, prensa, televisión, cine, etc.) logren persuadir a los colombianos que es más rentable vivir en paz que convivir con el delito y la guerra".

Ahora cuando el país se alista para elegir a los mejores representantes del pueblo y al mejor timonel que nos pueda sacar de la oscuridad en este mar huracanado, es cuando todos los medios de comunicación deben asumir la gran responsabilidad de orientar a la ciudadanía para que no se equivoque, para que no se deje comprar; para que escoja a los más honestos, a los que verdaderamente amen a Colombia, a los que presenten programas serios sin basarse en encuestas amañadas, frenando de una vez por todas las ambiciones de quienes el pueblo conoce como indignos, incapaces y corruptos y, marginar para siempre aquellos que continúan explotando el atraso político mediante la práctica de vicios electorales del siglo XIX como son: el trasteo de votantes, la suplantación, la cedulación de menores, la utilización de cédulas falsas, la votación de personas fallecidas, el escrutinio amañado, el promeserismo y el engaño. "La calma de la paz empezará a volver cuando se elija un timonel y una tripulación que afronte los peligros y que tengan los conocimientos, el coraje, la autoridad y la moral para llevar el barco de la patria a Puerto seguro".

· La República., diciembre 7 de 199

· * Periódico OIR., Ibague, diciembre de 1997

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