viernes, 20 de mayo de 2011

DESMOVILIZACION Y ENTREGA DE LAS ARMAS*


Por Héctor José Corredor Cuervo

Los Procesos de Paz llevados a cabo en Colombia se han caracterizado por la aplicación de una estrategia de disuasión para atender los clamores de la gente que ha sufrido los horrores de la guerra en carne propia, que ha salido a las calles con pancartas a flamear pañuelos blancos, a lanzar confetis o a pintar la frágil silueta de la paloma de la paz, pero con la idea absurda de lograr la desmovilización y la entrega inmediata de las armas mediante el trueque de permitir la participación de algunos dirigentes en los cuerpos de representación o en el ponqué burocrático, sin recorrer con seriedad el largo y tortuosos camino de las negociaciones entre el gobierno y todos los grupos alzados en armas.

Con el mandato ciudadano por la paz, diez millones de compatriotas en un acto de soberanía, determinaron que no quieren ver mas sangre derramada entre colombianos, rechazaron cualquier excusa para generar violencia de parte de sus actores, determinaron que éste es un patrimonio colectivo y que nadie puede apropiarse con fines electorales, de partido o para profundizar la guerra.

En desarrollo de éste mandato, quienes intenten su desarrollo es conveniente que tengan presente las siguientes consideraciones y entiendan que la paz no se logra concediendo únicamente indultos, amnistías y perdones:

1. En los grupos subversivos siempre ha prevalecido la idea de lograr por cualquier medio de toma del poder, por lo tanto para el brazo armado deponer las armas sin lograr el objetivo equivale a una rendición de la dirección o a una cobardía de quienes las portan.

2. La guerrilla o grupos armados en general no actúan como ruedas sueltas en los campos o en las ciudades; estos tienen una dirección política o por lo menos un consentimiento político de muchos elementos que actúan en la clandestinidad o abiertamente y es por lo tanto con ellos con quienes se tiene que iniciar también los diálogos.

3. A través de la lucha, los grupos subversivos han adquirido compromisos internacionales que impiden que éstos depongan las armas si no hay una intervención de organizaciones internacionales que garanticen el proceso.

4. Los gobiernos y la subversión han mantenido una estrategia ambivalente de buscar la paz mediante diálogos intensificando la guerra; es decir se utiliza la mesa de negociación como un mecanismo para lograr la rendición del adversario.

5. Los grupos económicos y políticos que manejan el poder detrás de bambalinas, no han tenido un verdadero interés por lograr la paz, han preferido convivir con la zozobra y la precaridad, bastándoles el triste lujo de mantener unos verdaderos ejércitos para su seguridad y el de apoyar a candidatos que favorezcan sus intereses.

6. Los movimientos subversivos han utilizado la táctica de la satanización de las Fuerzas Armadas con las estrategias del CHE GUERVARA de que: "No hay victoria definitiva sino se logra la ruptura sistemática y total de las fuerzas que sostienen el régimen y si no se obtiene la ruptura total de las instituciones".

7. Los cambios de estructuras jamás se podrán dar en su totalidad en corto plazo, por lo tanto los cambios siempre alcanzados serán insuficientes para la subversión y las concesiones demasiadas para quienes detentan el poder o se oponen al proceso; es necesario por lo tanto que las partes entiendan que no se puede hipotecar la paz a nombre de las reformas.

8. El Gobierno a través de la historia no ha cumplido en su totalidad con los acuerdos suscritos lo cual ha generado la desconfianza que impide iniciar verdaderos procesos de paz. La paz no es el mero silencio de fusiles de la guerrilla, se requieren programas y seguridad para los desmovilizados a fin de que no sean blanco de los mismos grupos inconformes o que no se desmovilizan y de las retaliaciones de la misma sociedad a quien han sometido por el terror y el miedo.

9. La guerrilla o grupos armados aunque no se le quiera reconocer tienen gran poder en las áreas que dominan y es un error muy grande pensar en una desmovilización inmediata sin que se les otorguen privilegios. Los hombres y mujeres que componen la guerrilla han ingresado por presión, por miedo o como una forma de vivir, por lo tanto se requieren unos planes concretos de reinserción, de adaptación e integración a la sociedad.

10. La discreción requerida en las negociaciones no ha existido jamás, por lo tanto éstas se han convertido en un protagonismo absurdo de las partes en los medios de comunicación a los que les interesa más "La Chiva" que la paz.

11. El problema de la subversión se le ha dejado únicamente a las Fuerzas Armadas, las cuales cumplen funciones de represión legal sin el apoyo político de los integrantes de las instituciones que defienden. Esto como lo expresó SHIMON PEREZ, "de nada sirve combatir los mosquitos si no se seca el pantano donde nacen y se reproducen".

12. Los grupos alzados siempre han utilizado las armas del sabotaje y el terrorismo en el momento de las negociaciones para ejercer más presión y obtener más ventajas, lo cual ha obligado al gobierno también a utilizar la fuerza para mantener la autoridad. Esta estrategia ha impedido los resultados de la negociación pues ninguna de las partes acepta la rendición.

13. La sociedad civil especialmente la clase media por falta de acción efectiva de los medios de comunicación, ha sido indolente conformándose a convivir con la inseguridad dentro de sus casas que parecen cárceles y sin poder arriesgarse a salir a la calle después de determinadas horas o salir fuera de las ciudades por miedo a ser secuestrados o asesinados.

14. En las condiciones colombianas es imposible pensar en paz sin pensar en un proceso de transformaciones sociales o políticas. Además el Estado debe estar en condiciones de garantizar la acción política legal de quienes deponen las armas.

15. Las negociaciones de paz deben contemplar las acciones dirigidas a distensionar la violencia que permanecen después de la firma de los acuerdos entre las cuales se destacan las acciones de los grupos que no participan y las del narcotráfico.

16. Cada una de las regiones de violencia tienen situaciones diferentes, por lo tanto se hace necesario concertar planes diferentes de reinserción de los grupos armados, de los desplazados y de atención a los sobrevivientes de las masacres.

* La República Agosto 15 de1998

* Periódico OIR., Ibague.


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