viernes, 20 de mayo de 2011

POR QUÉ NO SE GANA LA GUERRA*

Por Héctor José Corredor Cuervo

Como analista de seguridad, desde el año de 1987, he venido señalando lasgrandes amenazas internas y externas que tiene la nación, los objetivos que buscan los enemigos del orden y la libertad, las estrategias trazadas desde los años sesenta, las tácticas de infiltración y penetración empleadas y los órganos de apoyo con que cuentan. La visión de lo que podía suceder esta en los diferentes artículos escritos en su oportunidad y hoy el tiempo, desafortunadamente, me ha dado la razón y vemos con angustia cómo la barca de la Patria sucumbe en medio de la tempestad.

La guerra se ha venido perdiendo desde hace tiempo por los siguientes motivos:

- Desde hace varios años existe un divorcio entre la política y la estrategia en el arte de contrarrestar una guerra político militar desarrollada por los diferentes grupos alzados en armas. La dirección política, en cabeza del Presidente según el artículo 189 de la Constitución Nacional para dirigir la fuerza pública, conservar el orden público en todo el territorio nacional y de dirigir las operaciones de guerra, no ha formulado oportunamente la política de seguridad nacional. Las recomendaciones hechas por los más prestantes estrategas, jamás han sido tenidas en cuenta y sólo han quedando escritas en documentos, artículos y libros que la dirección política no lee.

- La guerra ha sido desarrollada por los grupos en armas pero ésta no ha sido decretada por el gobierno como lo ordena la Constitución en el artículo 188 numeral 6.

- No existe ninguna legislación, adecuada y vigente, que permita afrontar con éxito una confrontación interna debido a que el Congreso jamás ha tenido como prioridad la seguridad de los colombianos. Pareciera que los pocos que defienden a los alzados en armas dominaran o atemorizaran a los defensores del sistema democrático.

- A pesar de que la guerra que tenemos es de tipo político – militar, las Fuerzas Armadas tienen que afrontarla con represión únicamente pues no se les permite opinar sobre la misión de la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional, el orden constitucional establecido en la Constitución artículo 217 parágrafo 2.

- Para ganar una guerra, cualquiera que sea, se requiere la aplicación del poder nacional, esto es, de la participación activa de todas las instituciones con que cuenta un Estado para afrontar sus causas y salvar todos los conflictos. En Colombia jamás se ha empleado todo el potencial de la Nación y cada Institución actúa como rueda suelta en consecución de los intereses generales. Las instituciones se orientan a satisfacer las necesidades o ambiciones personales sin tener en cuenta que el bien común esta primero.

- La inteligencia estratégica no ha permitido conocer con anticipación los planes trazados para penetrar todas las instituciones en los campos político, económico, social y militar. Hasta el momento no existe una gran central de inteligencia que permita actuar en forma coordinada todas las agencias del Estado. “Un sistema inadecuado de inteligencia hace perder una guerra”.

- La Constitución Política en el artículo 216 establece que “Todos los colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exijan para defender la independencia nacional y las instituciones públicas”. Desafortunadamente, este mandato se quedó en el papel ya que hoy sólo están sirviendo a la Patria los que no han tenido ni siquiera la oportunidad de terminar un bachillerato.

- Según la Constitución artículo 2 parágrafo 2 “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, demás derechos y libertades”. En el país, algunas autoridades, por no decirlo todas, le sacan el cuerpo a la responsabilidad y en muchas ocasiones son impuestas por los mismos agentes que perturban el orden ante la indolencia del pueblo soberano.

- Muchas instituciones de las que defiende la Fuerza Pública han sido infiltradas y algunos de sus dirigentes atacan políticamente, a integrantes honestos cuyo único pecado ha sido el de cumplir con el deber y con el juramento hecho a Dios y a la Patria.

- La guerra que actualmente se desarrolla está íntimamente relacionada con la narcopolítica y con el narcotráfico o sea que la Fuerza Pública se está enfrentando con sus escasos medios a la multinacional más grande delictiva que posee todos los medios en el ámbito nacional e internacional.

- Los valores del patriotismo, del honor y de la honestidad se perdieron desde hace tiempo en los mismos dirigentes y fueron reemplazados por la cobardía, el deshonor y por el amor al dinero fácil. Algunos han llegado a comprometer las investiduras más sagradas que tenía el país y por lo tanto la dirección política en oportunidades no ha sido la adecuada.

- Desde hace 15 años los gobiernos han venido jugando con la ambivalencia de la paz y la guerra, pudiéndose afirmar, por los resultados obtenidos hasta el momento, que ésta ha sido una estrategia utilizada por los grupos alzados en armas para crecer militar, política y económicamente.

- La moral de los integrantes de la Fuerza Pública, ha venido siendo afectada por las campañas de desinformación y de aquellas tendientes a impedir el bienestar y disminuir el gasto público violando derechos adquiridos de asistencia social.

- Algunos medios de comunicación, de propiedad de los grupos económicos más importantes, haciendo uso de la libertad de prensa y del derecho a la información han permitido la apología del delito y el crecimiento de los nuevos ejércitos del terror y de la barbarie.

- El pueblo colombiano, en el cual reside la soberanía que la Fuerza Pública defiende, permite la corrupción política y elige autoridades y representantes que no le garantizan su protección. “Todo pueblo se merece los gobernantes que elige”.

- El pueblo soberano que es el que sufre directamente el terrorismo, el secuestro, la extorsión, la intimidación, permanece indolente y no reacciona en contra de los directos responsables de la guerra fratricida y no exige la responsabilidad de gobernantes.

- La unidad nacional no ha existido jamás debido a la explotación política regional que han hecho sus dirigentes. “Un pueblo desunido siempre será vencido y sometido”. ¿ No será que la guerra la estamos perdiendo todos los colombianos?.

· PERIODICO ACORE Octubre de 2000

· PERIODICO TIEMPOS DEL MUNDO WASHIGTON TIMES Enero 4 2001

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