ESTRATEGIA GUERRILLERA*

Por Héctor José Corredor Cuervo

El pueblo soberano de Colombia, hace poco más de un año, por medio del Voto protestó en las urnas y pidió a todos los actores de la violencia la Paz con Justicia Social; como respuesta a éste clamor ciudadano los grupos armados y especialmente la guerrilla, incrementaron sus acciones mediante la aplicación de la "Estrategia del Miedo" contra la población civil, la "Estrategia Militar Guerrillera" contra las Fuerzas del Orden, la "Estrategia de la Guerra Psicológica" contra todo el pueblo, la "Estrategia de Disuasión" contra el Estado Colombiano, las cuales conforman la "Estrategia Política General" encaminada hacia la toma del poder.

Con la "Estrategia del Miedo" para lograr el desplazamiento y la intimidación de la población se han utilizado todo tipo de tácticas como los asesinatos selectivos, el secuestro de personas y autoridades, las masacres, la movilización de campesinos y trabajadores, la protesta ciudadana, el sabotaje y el terrorismo contra las líneas de conducción de energía y de petróleo.

Con la "Estrategia Militar Guerrillera" denominada guerra de posiciones y que corresponde a la última fase de la subversión para derrotar a la fuerza pública, se han utilizado las tácticas de concentración guerrillera contra pequeños poblados, contra bases militares y de policía aisladas para demostrar su capacidad o fuerza contra la población civil y organismos internacionales, capturar o secuestrar prisioneros para luego poderlos canjear por los presos que están en las cárceles por diferentes delitos y señalar la incapacidad del Estado de garantizar la seguridad de la ciudadanía en todo el territorio nacional.

Con la "Estrategia de Guerra Psicológica" se han utilizado tácticas como la propaganda negra, el chantaje, la difamación, la movilización de medios de comunicación, de población civil y organismos internacionales para influir en las opiniones, emociones y actitudes a favor de su causa.

Mediante la "Estrategia de Disuasión" se han utilizado tácticas de penetración en los organismos del Estado, de infiltración o comprometimiento de la Fuerza pública para cometer actos que la desprestigien ante la opinión nacional e internacional y de disuasión directa para convencer al pueblo colombiano que estamos en una guerra en la cual los únicos vencedores van a ser los grupos armados al margen de la ley.

De lo anterior se puede concluir que el país está en la última etapa de la guerra subversiva con unos actores que no parecen estar interesados en la Paz, con un Poder Nacional totalmente debilitado por el déficit fiscal y la corrupción, con una dirección política sin liderazgo e interesada más en la reforma política y en las cargas tributarias que en la situación angustiosa del pueblo colombiano y con una opinión internacional adversa y convencida de que los violadores de los derechos humanos son los organismos del Estado.

El país espera ver hechos de paz si es verdad que los grupos armados están interesados en alcanzarla; no se pueden seguir masacrando personas indefensas y asesinando a campesinos, soldados, agentes hijos del mismo pueblo que la subversión dice defender ocultándose bajo la bandera de la Paz.

Diario Octubre de 1998

* La República 12 de Diciembre de 1998