viernes, 20 de mayo de 2011

INCAPACIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS*

Por Héctor José Corredor Cuervo

Las Fuerzas Armadas de Colombia, símbolo de la dignidad, baluarte de la moralidad, espíritu de nacionalismo, defensores de la soberanía y base del desarrollo hasta principios de la década de 1980; han venido resistiendo ataques externos e internos en cumplimiento de estrategias cuyo objetivo político es el de: "Desmoralizar la organización militar desmantelándola para quebrar su voluntad de lucha y derrotarla dejando el País indefenso ante los intereses internacionales, ante la subversión, el narcotráfico y el terrorismo". Para alcanzar este objetivo se han utilizado todo tipo de acciones como las de: disminuir el gasto militar, desprestigiarlas sistemáticamente, acusarlas por violación de los derechos humanos, infiltrarlas y penetrarlas; creación de barreras políticas para acabar con los conceptos de soberanía, defensa nacional y desprestigiar el servicio militar actual.

- El Fondo Monetario Internacional (F.M.I) en sus diferentes visitas que ha hecho al país, ha determinado que una de las causas del déficit fiscal es el gasto militar; haciendo caso omiso que las Fuerzas Militares están en guerra con unos recursos humanos y materiales insuficientes para afrontar el poder económico y medios con que cuenta las cuatro amenazas internas más grandes como son: la subversión, el paramilitarismo, el narcotráfico y la delincuencia común organizada. La comisión del Gasto Público siguiendo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (F.M.I), determinó "Congelar el gasto militar, (incluidos salarios), para subsanar el déficit fiscal". Este hecho ha sido un factor determinante en la pérdida de la moral y la capacidad de los hombres en armas y sus reservas, los cuales tienen que entregar la vida por la Patria en medio de la indolencia del Estado que defienden y ante la angustia económica de su familia.

- La campaña de desprestigio de las Fuerzas Armadas viene siendo orquestada por los grupos en armas al margen de la ley y por organizaciones internacionales, los que acompañan sus acciones militares con una amplia difusión por todos los medios de comunicación presentándose a las Fuerzas del Orden como incapaces, corruptas e ineficientes; distorsionando la verdad de que "estas no cuentan con el apoyo civil, con los medios y la legislación requerida para afrontar la guerra".

- La violación de los derechos humanos de parte de la guerrilla, de los paramilitares y demás actores de violencia en nuestro país es una realidad que no se puede tapar. Lo que no se puede entender son las campañas imparciales adelantadas por algunas organizaciones internacionales y nacionales para desprestigiar únicamente a las Fuerzas Armadas sin hacer investigaciones serias que permitan sancionar ejemplarmente a los integrantes que aisladamente los violan o permiten su violación.

- Existen evidencias de que las Fuerzas Armadas (integradas por hombres salidos de una sociedad que ha sido manejada por el narcotráfico y la corrupción) han sido blanco de infiltraciones y penetraciones por algunos miembros apátridas que han dejado comprar su conciencia por organizaciones criminales; por lo tanto, la ciudadanía tiene que entender que son casos aislados y no quiere decir que todos los hombres en armas sean desleales o corruptos. Son una minoría de hijos enfermos de una sociedad enferma.

- Los grupos al margen de la ley al penetrar la política han conseguido la elección o el nombramiento al más alto nivel de personas que les informan las actividades de la Fuerza Pública, del estado de los procesos en los cuales se les sindican, las personas que luchan en contra de ellos, integrando una barrera política para defender sus propósitos y detener la acción de la Fuerza Pública.

- La apertura económica impuesta por organizaciones económicas internacionales y apoyada por quienes vienen a Colombia en vacaciones, pretenden acabar con el concepto de soberanía y exigen la reestructuración total de las instituciones militares y la creación de una nueva cultura política civil que favorezca sus propósitos pues se considera un obstáculo las Fuerzas Armadas y la Doctrina de Seguridad Nacional enseñada por los Estados Unidos en la guerra fría para hacerle frente al comunismo. La guerra fría terminó para los Estados Unidos pero los colombianos que tenemos los mismos problemas que dieron origen a la subversión continuamos con unos grupos subversivos con mayor capacidad operativa y política lo cual impide la desmovilización de las Fuerzas Armadas como se pretende. ¿No será mejor que se desmovilicen primero los grupos en armas al margen de la ley antes de que lo hagan las Fuerzas Armadas?.

- El servicio militar que se dice obligatorio por Constitución, es prestado únicamente por las clases menos favorecidas pues la clase dirigente no ha permitido que la Constitución se cumpla; siempre han existido exenciones o favorecimientos para las personas que tengan un nivel cultural mejor; es decir el servicio militar lo están prestando los desocupados, los necesitados, aquellos que su muerte no le duele a la clase dirigente. ¿Cómo se cree que se pueda defender la patria con efectividad con algunos soldados que están enfermos de cobardía por el virus que afecta toda la sociedad? ¿Por qué el servicio militar lo están prestando únicamente los de ruana?.

- La guerra contra la subversión no se gana acabando con el empleo, acabando con las instituciones gubernamentales que atiendan los derechos sociales de los colombianos, privatizando a menos precio todas las empresas del Estado y mucho menos desmantelando la Fuerza Pública para dejarla como una gendarmería política que no le represente ningún peligro para quienes siguen sacando todas las riquezas de Colombia. Si se critica que las Fuerzas Armadas son negligentes; ¿Por qué no se califica la negligencia de los políticos y gobernantes por no satisfacer las necesidades básicas del pueblo, por no proporcionar los medios a las Fuerzas Armadas o una legislación acorde con la situación? ¿Qué eficiencia se le puede exigir a hombres mal entrenados, mal pagos y discriminados por la misma sociedad que defienden? ¿Qué capacidad puede tener una fuerza cuando su Comandante Supremo la ha dejado a la deriva en medio del huracán por estar defendiendo su ilegitimidad? ¿Con qué moral se puede defender un sistema plagado de corrupción?.

La República 8 de Agosto 1998

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